Natación...y mi siguiente reto

En el agua 💦 estoy descubriendo la paz y la posibilidad de evadirme de todo. Quizá por la presión y la falta de gravedad que tenemos dentro. O por su silencio. Pero me relaja y me hace sentir bien...

Comencé este verano cuando, por dolor en la rodilla, no podía correr. Iba a pasar varios días en la playa así que pensé que sería una oportunidad para comenzar a nadar...y me gustó. Fue tanto porque era una sensación nueva para mí como porque me permitía hacer deporte cuando correr me resultaba totalmente imposible.

En octubre me operaron en Ergodinámica de la rodilla (clínica deportiva de absoluta confianza personal y profesional con la que colaboro y gracias a cuyo equipo me he recuperado) y pasé varios meses sin poder hacer nada de impacto. La natación era mi válvula de escape, mi equilibrio y a la vez mi motor. Pero no negaré que hubo momentos en los que sufrí mucho, pues sentía cierta impotencia por no poder subir a "mis montañas" y cargar mi energía en ellas...y sentía dolor.

Pero seguí y seguí...y la constancia y el esfuerzo bien merecen la sensación tan reconfortante que te queda a medida que vas avanzando. Comprobé cuán cierto es que la natación es un deporte muy completo. Poco a poco lo fui combinando con la bici y algo de ejercicio en el gym y mi cuerpo respondía adecuadamente. Volvía a sentir fuerza, a coger musculatura y, lo mejor, a disfrutar en el agua, un medio que hasta hacía apenas unos meses era totalmente desconocido para mí.

A mis sesiones de natación les fui metiendo palas, plancha, aletas, tubo...y alimentando así mis "ganas de más". Entonces llegaron marcas como Roger Sport, que me personalizaron varios tritrajes de VivircorRiendo con los que sin duda sentí un chute de motivación. Como Zoggs, a través de Secreto a Voces, con sus increíbles gafas. Y mis clásicos Suunto en la muñeca y Arch Max en la cabeza (y corazón!) para que no me faltasen alicientes. ¡Full equip! Y muy agradecida :-)

Por otro lado, para los runners, la falta de luz del día en invierno y las largas jornadas de trabajo (no digo la temperatura porque admito que a mí el frío me gusta) dificultan mucho poder salir a correr. Y sin embargo en la natación no pasaba, acababa tarde de trabajar e iba a la piscina a rematar allí el día saliendo increíblemente relajada.

Sin nadie en el gym. Con sensación de regalarme "mi momento".

Y así fueron pasando los días, en los que introduje el entreno en bici (de montaña o spinning...matiz hecho con toda la razón de ser) y de nuevo la carrera. Hasta que un día se me pasó por la cabeza una idea ... ¿Y si me animo con el triatlhon? Soy una persona de retos, quienes me conocéis lo sabéis bien, así que...¿por qué no? El ritmo en carrera lo recuperaría, con la natación ya había tomado contacto y aprendería...me faltaba (y falta!) la bici de carretera, que jamás había cogido una...pero también aprendería. ¡Y dicho y hecho! hace apenas unas semanas me inscribí a un triatlón, uno olímpico, que haré con Pepo (el gran 'instigador' ;-)), Nuria y Juan (¡equipazo!), en septiembre, en la Costa Brava.

Así que al respecto ya tengo claros mis siguientes pasos:

  • Aprender realmente a nadar, ¡a fluir!, pues, de momento, lo que hago es 'desplazarme por el agua' desfondándome sin técnica alguna.
  • Estrenarme con la bici de carretera. Probarla, convencerme, comprarme una y...¡a rodar!
  • Y recuperar ritmo y resistencia en el running
    Ahí es nada...¡Bendita locura!

Os iré contando!
"El mayor riesgo que puedes cometer es no arriesgar"
A por este gran reto y siempre, con los brazos bien altos en forma de V, teniendo muy claro que "Yo me pido vida"

Paula Fernández-Ochoa
@VivircorRiendo@paulafdezochoa


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